OCP
 ha estado operando en Brasil durante diez años, donde comercializa el 
fosfato que suministra a varias compañías de fertilizantes. Según la 
información recopilada en el sitio web de OCP, la compañía es el mayor 
proveedor de fosfato en Brasil, representando el 40% de las 
importaciones brasileñas de este producto.
Desde la ocupación del Sahara español (provincia 53 de España) en 
1975 por Marruecos, el gobierno marroquí explota ilegalmente los 
recursos naturales de este territorio en una clara violación del derecho
 internacional.
La ocupación marroquí del Sáhara Occidental es ilegal a los ojos del 
derecho internacional y Marruecos no tiene vínculos soberanos tal y como
 reafirmó la Corte Internacional de Haya, las numerosas resoluciones de 
las Naciones Unidas, la Unión Africana y los recientes dictados de la 
Corte de Justicia de la Unión Unión Europea.
El Sáhara Occidental sigue en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos en espera de descolonización.
Brasil, conocido por su explotación salvaje de sus recursos naturales
 y por permitir que terceros confisquen recursos, ciertamente no será 
sensible al caso del Sáhara Occidental ni a las violaciones del derecho 
internacional.
Se incautaron cargas de fosfatos de OCP en Sudáfrica y Panamá, donde 
las acciones legales impidieron que Marruecos se lucrara del expolio.
Aunque Marruecos es el mayor exportador de fosfatos del mundo y ha 
tenido enormes beneficios económicos por el robo de este recurso natural
 del Sáhara Occidental, las ganancias han disminuido en el último año y 
pueden surgir nuevos obstáculos.
La importancia del fosfato como nutriente ha sido esencial, pero el 
uso excesivo de fosfato es causa de contaminación de los sistemas de 
agua, causando daños en forma de proliferación generalizada de algas y 
condiciones de agua inseguras. Debido al uso de fosfato en la 
agricultura en todo el mundo, la amenaza del daño del agua debido a la 
contaminación por nutrientes es una preocupación mundial.
El uso de fosfato como fertilizante en las prácticas agrícolas 
modernas ha ejercido una presión significativa sobre el suministro 
global de fosfato. Este hecho, combinado con la creciente contaminación 
de los sistemas de agua, creó la necesidad de alternativas que 
proporcionen los nutrientes necesarios para alimentar a una población 
mundial en crecimiento. Se espera que las alternativas sostenibles al 
fosfato se vuelvan esenciales para futuras prácticas agrícolas.
Las compañías de energía innovadoras están comenzando a desarrollar 
nuevas fuentes de nutrientes para los cultivos en forma de fertilizantes
 orgánicos.
EarthRenew (CSE: ERTH) ha desarrollado un proceso de producción 
patentado que convierte los desechos del ganado en fertilizantes 
orgánicos de liberación lenta y ricos en nutrientes.
Según Keith Driver, presidente de EarthRenew. “La conversión de estos
 materiales en fertilizantes estables y de alto valor proporciona el 
incentivo económico necesario para que estos nutrientes se vendan para 
su uso en suelos y sistemas de cultivo deficientes en nutrientes.”
 
 
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