Reporteros Sin Fronteras denuncia los procesos judiciales contra periodistas, a los que se imponen severas penas.
En su informe sobre la Libertad de prensa RSF no hace referencia a
la persecución que sufren los periodistas saharauis que luchan contra
el bloqueo informativo que Marruecos impone en el Sáhara Occidental .
Alfonso Lafarga
Marruecos presiona judicialmente a los periodistas, a los que se
imponen severas penas, según denuncia la organización Reporteros Sin
Fronteras (RSF) en su informe “La libertad de prensa en el mundo en
2020”.
En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 contenida
en el informe Marruecos ocupa el puesto 133 de 180, habiendo ascendió
dos respecto al año anterior. RSF dice que es “un pequeño progreso” que
se explica por la creación de un Consejo de Prensa, tras la eliminación
del Ministerio de Comunicación, aunque esto no ha contribuido a crear
un ambiente de trabajo más propicio para los periodistas y los medios de
comunicación.
Reporteros Sin Fronteras señala que en Marruecos “las presiones
judiciales persisten” y que “a los procesos judiciales emprendidos desde
hace años contra medios e informadores se han sumado nuevos juicios
contra periodistas, que han sido sancionados con severas penas”.
Se cita el caso de Taoufik Bouachrine, columnista y redactor jefe del
diario en árabe Akhbar al-Yaoum, que fue condenado a 15 años de prisión
incondicional y a pagar una multa equivalente a 255.000 euros, a pesar
de que siempre negó los cargos que se le imputan y que denunció que se
trataba de un “juicio político”.
Otro caso de “sentencia desproporcionada” es el de Omar Radi,
periodista y defensor de los derechos humanos que fue “condenado a
cuatro meses de prisión condicional por un simple tweet en el que
denunciaba un fallo judicial”.
En este informe, que habitualmente elabora Reporteros Sin Fronteras
Francia, no se hace referencia a la situación de los periodistas
saharauis que luchan contra el silencio informativo que Marruecos impone
en el Sáhara Occidental ocupado, a pesar de que en junio de 2019 la
sección española de esta organización publicó el informe “Sáhara
Occidental: un desierto para el periodismo”, en el que se expone que la
excolonia española es un “agujero negro” para la información y “un
peligro extremo para los periodistas”.
Periodistas saharauis presosMuestra de la persecución marroquí contra
los periodistas saharauis son los cuatro informadores que fueron
detenidos a finales de 2010 a raíz de las protestas de Gdeim Izik, y que
se encuentran en prisiones de Marruecos: Abdalahi Lekhfauni (cadena
perpetua), Hassan Dah (25 años de condena), Mohamed Lamin Haddi (25
años) y El Bachir Khada (20 años). A ellos hay que añadir Mohamed
Banbari, detenido en agosto de 2015 y condenado a 6 años de cárcel, y
Walid Al-Salik, arrestado en junio de 2019 y condenado a seis años de
prisión.
Walid Al-Salik, que en 2016 ya sufrió una condena de 14 meses de
prisión, fue detenido en la ciudad de Smara en un acto de bienvenida al
preso político y periodista de la RASD TV Salah Lebsir, que quedó en
libertad el 7 de junio tras cumplir 4 años en una cárcel marroquí.
Del caso de Mohamed Banbari se ocupó el Grupo de Trabajo sobre
Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, que pidió su liberación al
estar preso por su trabajo como periodista en la ciudad de Dajla, donde
era corresponsal del grupo de comunicación Equipe Media.
La persecución a los periodistas saharauis adoptó un nuevo método de
actuación con la informadora de Equipe Media Nazha El Khalidi, a la que
un tribunal impuso una multa de 4.000 dirhams (unos 400 euros) por
ejercer el periodismo sin título oficial. Fue juzgada el 24 de junio de
2019 en El Aaiún acusada de usurpación de funciones, lo que según el
Código Penal marroquí podría haber supuesto una pena de tres meses a dos
años de cárcel. Su “delito” fue informar de una manifestación saharaui
el 4 de diciembre de 2018 en El Aaiún.
Este año, la periodista de Equipe Media Hayat Erguibi fue detenida el
2 de enero cuando transmitía como la policía marroquí impedía un
homenaje a la activista de Derechos Humanos Aminetu Haidar por su premio
Nobel Alternativo de la Paz. La policía quitó a la periodista el móvil y
la interrogó durante dos horas en un coche policial.
Fuente :
Contramutis
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