Mucho se oye hablar del Sáhara
Occidental en los medios. Dicho territorio fue colonia española durante
muchos años hasta que, en 1975, se acometió una auténtica chapuza y
muestra de cómo no se debe hacer una descolonización.
Antes que nada, y como en los artículos
anteriores de esta tríada “Restos del Imperio Español” deben centrarse
geográficamente para comprender qué pasó y qué pasa en ese territorio
llamado comúnmente Sáhara Occidental.
El Sáhara (o Sahara) es el mayor
desierto del mundo con más de 9.000.000 de km² de superficie (bastante
más grande que Brasil y un poco más pequeño que China, para que se hagan
a la idea). Separada la zona mediterránea de África de la llamada
África subsahariana, de clima tropical. Así, puede decirse que separa
también dos formas de vida y etnia muy diferentes. Al norte habitan
pueblos descendientes de la conquista árabe y nativos como los
bereberes, los egipcios y los nómadas Tuareg, entre muchos otros. Al sur
del desierto ya comienza el África negra, con personas de etnias negras
(como ven, evito la palabra raza ya que soy de los que, como el gran
Einstein, piensa que sólo hay una raza: la humana).
Por tanto, el Sáhara es más que un
desierto, es una frontera elástica que, si bien diferencia unos pueblos
de otros, también los une mediante históricas rutas que lo cruzaban y
cruzan semanalmente a pesar de la dureza climatológica de este inmenso
territorio.
Pues bien, en su zona más occidental,
lindante con el Océano Atlántico pero con el mismo clima desértico, se
sitúa un territorio que en época colonial se denominó Sáhara Español y,
desde 1975, Occidental por su situación geográfica.
El Sáhara Occidental es un territorio
bastante grande, tiene 266,000 km², aunque dentro de la inmensidad del
desierto se ve que es sólo una pequeña fracción. Aún más insignificante
es su población, difícil de calcular por la situación política del país
pero calculada en torno a unos 513.000 habitantes. Ambas cifras nos dan
una densidad de población mínima, de menos de 2 habitantes por km².
Una vez introducido el Sáhara Occidental
en términos generales, ¿Por qué lo he incluido como último artículo de
“restos del Imperio Español” si claramente no pertenece a España ni de
facto ni, como esas olvidadas islas de Micronesia, legalmente? Me
explicaré.
El Sáhara Occidental fue colonia
española como todos sabemos pero su descolonización tuvo tantos errores
que está lleno de dudas su estatus actual y hay varias interpretaciones.
España a finales de 1975 se enfrentaba a
varios frentes. El dictador Franco agonizaba y tenía al país pendiente
de su sucesión con un Gobierno que debía enfrentarse cada vez a más
protestas reclamando democracia, huelgas y atentados de ETA y el GRAPO. Y
aparte de todo ello, Marruecos reclamaba el Sáhara como parte de su
territorio y al final apostó todo a una baza: una marcha de civiles que
penetró por varios puntos en la colonia española, la que pasó a la
Historia como la Marcha Verde.
España finalmente decidió dividir el
territorio y repartirlo entre Marruecos (parte norte) y Mauritania (zona
sur) y retirarse a lo largo de 1976. Marruecos no aceptó la partición y
comenzó una guerra con Mauritania para apoderarse de todo el país. Por
otro lado, la población saharaui, que había reclamado la independencia
para crear su propio Estado, tampoco aceptó la partición y, menos aún,
la soberanía marroquí, país que nunca antes había tenido control de esa
zona del Sáhara por lo que sus motivos de anexión eran puramente
expansionistas y no culturales o históricos.
Así, los saharauis proclamaron la
República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y su propio ejército, el
Frente Polisario, se enfrentó a Marruecos y Mauritania. España ya se
había retirado de forma efectiva del territorio dejando a su suerte a la
población saharaui.
Desde entonces, Marruecos se ha hecho
con gran parte del territorio ya que Mauritania se retiró de la zona
sur. La RASD controla sólo una franja en la zona este, sin ningún
interés estratégico o económico al ser la más pobre (aunque el Sáhara
Occidental sólo es interesante económicamente por sus yacimientos de
fosfatos que, evidentemente, controla Marruecos). La gran mayoría de los
saharauis se refugiaron en Argelia, en los campos de Tinduf, en
circunstancias muy duras.
España, como antigua potencia
colonizadora, sólo ha reclamado la posibilidad de hacer un referéndum
para esclarecer la situación del territorio. La ONU incluyó al Sáhara en
su lista de territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de
Descolonización. Y mientras tanto, Marruecos ha ido ocupando con colonos
marroquíes el país en vista de un posible referéndum por lo que el
número de residentes marroquíes ha ido aumentando en el Sáhara
paulatinamente. A ello se suma el aislamiento de la zona de la RASD por
la construcción de un inmenso muro que divide el país en dos.
Según el Derecho Internacional, el
Tratado de Madrid que decidió la partición del Sáhara Occidental, fue
ilegal por lo que, internacionalmente, no debería ser válido. Además, un
asesor de la ONU consideró en su día que España legalmente aún era la
potencia colonizadora debido a dicha ilegalidad del Tratado de Madrid.
Así, por el Derecho Internacional, España aún debe atender el Sáhara
como territorio al que, de iure, aún no habría dado la independencia. Es
por ello por lo que he incluido al Sáhara en este artículo y también
porque considero que España debe a los saharauis la posibilidad de vivir
en su propia nación sin estar sometidos a una potencia extranjera
después de haber dividido su país de una forma que la Historia ya
considera una de las peores descolonizaciones realizadas.
Publicado 12th October 2012 por César Martínez Ballesteros