Los jóvenes saharauis sufren de manera particular
la ocupación que Marruecos realizó de su territorio en 1976 y que sigue perpetuando a día de hoy.
Un informe de la ONG vasca Mundubat,
que se basa en más de 170 entrevistas a jóvenes saharauis, ha concluido
que estos sufren hasta 19 tipos de violaciones de derechos como la
privación de aprender su idioma en la escuela, el hostigamiento, la
coartación de la libertad de expresión, detenciones arbitrarias o
torturas, además de la discrimación a la hora de acceder a la educación y
al empleo.
El grueso de los
problemas de esta quinta generación de jóvenes saharauis nacidos tras la
ocupación marroquí son consecuencia de la ocupación de su territorio,
según el informe. La investigación, que lleva por título
El espejismo de los derechos humanos. La juventud saharaui y la ocupación del Sahara Occidental, se ha realizado entre los meses de junio y diciembre de 2018 en los cuatro espacios donde se encuentra la población saharaui:
el territorio ocupado por Marruecos en El Aaiún,
los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia), la franja en el
territorio que controla el Frente Polisario y la diáspora en el
extranjero.
En los territorios ocupados, las entrevistas a los
jóvenes saharauis revelan “detención arbitraria, hostigamiento de los
activistas o falta de libertad de expresión”, ha resumido este miércoles
en la presentación del estudio
Fernando Lorenzo, coordinador de Mundubat
y una de las personas que ha colaborado en la elaboración del informe.
“Las personas saharauis enfrentan discriminación en el acceso al trabajo
o en la educación. No se les permite estudiar en Hassania, su idioma, y
se les obliga a aprender el dialecto del árabe de Marruecos”, ha
resumido.
Uno de los testimonios ha sido el de Nazha El Khalidi, la periodista saharaui que el lunes fue
condenada por la Justicia marroquí a pagar una multa de 400 euros
por grabar una manifestación saharaui en los territorios ocupados.
“Centenares de saharauis han pasado más de diez años en cárceles
secretas. La resistencia contra la ocupación siempre ha estado y sigue
estando presente”, ha indicado.“Vivimos bajo un bloqueo militar e
informativo y por eso creamos
Equipe Media,
que cumple diez años”, ha dicho en referencia al proyecto informativo
de activistas locales, que colabora con Cuartopoder.es, encargado de
informar sobre las violaciones a los derechos humanos que ocurren en el
territorio.
La joven, que se encuentra estos días en España, ha
sido detenida en tres ocasiones por las autoridades marroquíes, a las
que les recrimina agresiones y malos tratos. Sin embargo,
se niega a pagar una multa que se le ha interpuesto por grabar imágenes sin tener el título de periodista,
y que para ella significaría reconocer su culpabilidad y la de sus
compañeros. “Me niego a pagar 400 euros porque no quiero criminalizar mi
profesión. Cualquier persona puede publicar y compartir información”,
ha indicado.
Por otro lado, en los territorios liberados, el
espacio controlado por la autoridad saharaui, el Frente Polisario, una
de las realidades más duras es la existencia de minas que permanecen
desde la guerra y que dificultan la supervivencia de la población, cuyas
actividades principales son el pastoreo o el nomadeo. En cuanto a los
jóvenes saharauis que se encuentran en España, “enfrentan la
discriminación como casi toda la población migrante, pero también una
discriminación institucional que les dificulta el acceso a asilo o a
residencia”, ha indicado Lorenzo.
En los campamentos de refugiados, sin embargo,
el tiempo parece detenido para los jóvenes. “Allí no existe el ocio, sino el tiempo muerto”, ha explicado
la delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi Bad.
Algunos de los problemas que enfrentan , aunque disponen de educación
básica y universal, son la imposibilidad de acceder a un nivel de
estudios adecuado a sus necesidades. “Estamos obligados a viajar para
estudiar y eso nos afecta muchísimo como saharauis”, ha comentado en la
presentación del informe el joven saharaui residente en los campamentos
Ali Chej Mohamed.
Además, según se ha señalado en la presentación
del informe los jóvenes saharauis son conscientes de que por su
situación de ocupación los recursos naturales de su territorio están
siendo explotados por Marruecos y comercializados a la UE, sin que ellos
puedan verse beneficiados de ninguna manera. Tras más de cuatro décadas
de ocupación y conflicto enquistado, la paciencia también empieza a
agotarse en un pueblo que siempre ha sido pacífico en sus demandas.
“
Nos ha costado calmar a los jóvenes cuando ven imágenes de los territorios ocupados
de como golpean a sus compañeros o arrastran una joven. Sienten
impotencia e indignación ante lo que dicen unas leyes que al final no
les amparan. Aunque este sea un estudio de una ONG, este es un problema
político cuya raíz es la vulneración del derecho internacional”, ha
concluido la delegada del Frente Polisario en España.