Por Agencias/ ECS
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Mujer con su niño en los campamentos saharauis/ agencias |
El
Parlamento Europeo ha aprobado un acuerdo comercial entre la UE y
Marruecos contrario al Derecho europeo e internacional. En la práctica,
el acuerdo sirve para ampliar las ventajas comerciales para
exportaciones a la UE desde el Sáhara Occidental, territorio ocupado
ilegalmente por Marruecos desde 1975.
El contravetido acuerdo se
negoció sin el consentimiento del pueblo saharaui y se aprueba tras un
grave escándalo de conflicto de intereses en el que están implicados,
entre otros, la antigua ponente Patricia Lalonde, del grupo de los
liberales europeos (ALDE), y Gilles Pargneaux, del grupo socialdemócrata
(S&D). Tal y como se ha aprobado, el acuerdo entorpece el proceso
de autodeterminación del pueblo saharaui, que tiene lugar en el marco de
las Naciones Unida, y contribuye a que 176.000 el pueblo saharaui sigue
en campamentos como refugiado mientras la UE expolia sus recursos.
El
grupo Verdes/ALE, que ha votado en contra del acuerdo, había solicitado
que se enviara el texto del mismo al Tribunal de Justicia de la UE para
que se pronunciara sobre su legalidad, pero esta propuesta ha sido
rechazada. Esta decisión tan solo significará inseguridad jurídica para
los ciudadanos, consumidores y operadores económicos europeos, ya que
con toda probabilidad la Corte de Justicia Europea volverá a declarar
ilegal esta extensión del acuerdo al territorio del Sáhara Occidental.
PP, PSOE y C's apoyan la inclusión del Sáhara Occidental en dichos acuerdos ilegales.
El
gobierno de España es uno de los pocos estados miembro de la UE que
intervino en los procesos de votación a favor de Marruecos, solicitando a
sus diputados votar a favor del tratado.
En diciembre de 2015,
el Tribunal de Justicia de la Unión Europea publicó una sentencia
anulando el Tratado de Libre Comercio que incluye productos agrícolas o
pesqueros siempre que se aplicara al Sáhara Occidental.
En la
sentencia, el Tribunal afirma que el Sáhara Occidental “no está incluido
en las fronteras internacionalmente reconocidas de [Marruecos] (punto
232), y que “el Reino de Marruecos no tiene ningún mandato concedido por
la ONU o por otra institución internacional para administrar el [Sáhara
Occidental]” (punto 233).
Enfrentado a un furioso Marruecos, que
amenaza con poner fin a toda cooperación con la Unión, el Consejo de la
Unión Europea se apresuró a recurrir la sentencia.
Ahora parece
que un puñado de Estados miembro de la UE intervinieron hoy en el
proceso de votación en el Parlamento Europeo, por tanto a favor de la
posición de Marruecos. La intervención tuvo lugar durante una audiencia
plenaria, que se llevó a cabo hoy en Estrasburgo.
Fuentes
diplomáticas oficiales han indicado que España, junto a Francia,
intervinieron hoy el Parlamento Europeo. Esto también lo confirmó la
prensa española.
El hecho de que España declare a favor de la
posición de Marruecos es asombroso. El 4 de julio de 2014, el Tribunal
Superior de Justicia Español, la Audiencia Nacional, confirmó que
España, no Marruecos, es la potencia administradora del Sáhara
Occidental, y que el territorio “no puede ser considerado marroquí”.
La
sentencia afirma literalmente que los Acuerdos de Madrid de 1975 que
repartían el por entonces Sáhara Español entre Marruecos y Mauritania
“es nulo y sin efecto legal”.
“Es más que vergonzoso que España,
con la responsabilidad histórica que tiene con el pueblo del Sáhara
Occidental, elija ponerse del lado de Marruecos, que invadió brutalmente
y se anexó el país de los saharauis.
España tiene la obligación
de ayudar a la descolonización del Sáhara Occidental, pero parece que el
gobierno de Pedro Sánchez pretende hacer exactamente lo contrario.
El
acuerdo de asociación UE-Marruecos entró en vigor en octubre de 2012.
Debido a las vagas especificaciones territoriales, el acuerdo no sólo
permite la entrada de grandes volúmenes de frutas, verduras y productos
pesqueros de Marruecos en el Mercado de la UE, sino también de partes
del Sáhara Occidental que Marruecos lleva ocupando desde 1975.
WSRW
ha documentado que bienes procedentes del Sáhara Occidental son
exportados a la UE. Garantizando las reducciones arancelarias a
productos con origen fuera de Marruecos gracias al acuerdo, la UE aplica
una posición muy diferente a la de EE.UU o los cuatro estados europeos
miembros de EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio).