Brahim Ghali felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país

  El Presidente de la República felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país SPS   Bir Lehlu (República Saharaui), 10 de agosto de 2022 (SPS) – El Presidente de la República y Secretario General del Frente POLISARIO, Sr. Brahim Ghali, felicitó este miércoles a su homólogo ecuatoriano, Guillermo Laso Mendoza, con motivo del 213 aniversario del primer grito de independencia de la República del Ecuador, que coincidió con el 10 de agosto de 1809. En la carta de felicitación a su homólogo ecuatoriano, el Presidente de la República expresó “sus más sinceras felicitaciones, en nombre del pueblo y del gobierno de la República Saharaui, al hermano gobierno y pueblo del Ecuador, con motivo del 213 aniversario de la independencia”. “Este hecho histórico llevado a cabo por el valiente pueblo ecuatoriano, permitió sembrar las semillas de la liberación y emancipación en América Latina, así como el cumplimiento del sueño de indep

Y, sin embargo, les hemos vencido. Crónica de una invasión y traición

Foto, red. Hadamin Moulud
Diario La Realidad Saharaui, DLRS

Articulo de Opinión
Y, sin embargo, les hemos vencido. Crónica de una invasión y traición 43 años después.
Hadamin Mohamed Moulud, jurista y diplomático saharaui
Dos semanas antes, habían atravesado Aidar y venían arrasando todo lo que encontraban. Pasando ligeramente al este de las célebres Gur Gneifida, habían atravesado Afra, para luego subir por Kara y alcanzar al poblado de Echedería, que los españoles habían abandonado. De ahí, atravesaron Quesat, alcanzando Hauza y, desde ahí, a Uad Saguia. Una criminal invasión, contra un pueblo indefenso, había comenzado, en el cuadrante nororiental del territorio. 31/10/1975.
Contra todo pronóstico, no había ninguna resistencia española a su invasión. Lógico. En Madrid, se estaba gestando todo lo contrario de lo que, el pobre Jaime De Piniés, venía sosteniendo ante el Consejo de Seguridad de NNUU.
02/11/1975. Un Jefe de Estado hablaba ante sus generales que, guardándose los honores en cierta parte, tuvieron que aguantar sus palabras aun sabiendo lo que estaba pasando en Echedería, Hauza, Tukat, etc., etc., etc.
Y llega el 14/11/1975. Un crimen de lesa humanidad. Tres regímenes se habían confabulado para hacer desaparecer, al pueblo saharaui, de la faz de la tierra. Una satánica empresa, creada a los solos efectos de borrarnos del mapa. El régimen de la transición española, el régimen alauita en Marruecos y el régimen de Uld Daddah en Mauritania, habían aunado sus esfuerzos para eliminarnos de un plumazo. No escatimaron esfuerzos en el empeño
Pero hete aquí, que la voluntad de los pueblos es indomable. Dijimos que no y, relamiendo nuestras heridas, hemos ganado la partida.
Cuarenta y tres años después, aquella empresa ha resultado todo un fiasco que hunde, en la miseria, a toda la diplomacia de un país de peso en la UE y mantiene en jaque a un reino medieval del norte de África.
No. No nos han borrado ni nos han eliminado. Hoy, somos infinitamente mucho más fuertes que hace 43 tres.
Celebrar algo, claro que celebramos nuestra victoria a ese triple eje. 43 años después de aquella infamia, seguimos luchando, pero el fiasco de la empresa es un dato indubitado.
Si a mediados y finales de los setenta del siglo pasado, combatíamos, a lomo de Land Rover, en las profundidades saháricas de Mauritania o atacando más allá del mismísimo Atlas marroquí, hoy lo seguimos haciendo en un frente de combate infinitamente mucho más grande.
Hoy nuestro frente de combate se extiende desde Luxemburgo hasta Port Elizabeth, en Sudáfrica y, desde Nueva Zelanda, hasta el Canal de Panamá.
Hoy nuestra fuerza es tal que, incluso, las decisiones solemnemente adoptadas, en sede soberana, por 750 eurodiputados, las pulverizamos, hundiéndolos aún más si cabe en la miseria moral y política, salvedad hecha de algunos pocos eurodiputados que no se dejan engañar.
Y armados, únicamente, con la indestructible superioridad moral y ética de los valores por los que luchamos, hemos demostrado, 43 años después de aquella infamia, que seguimos existiendo y que, incluso, somos mucho más fuertes que antes.