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Marruecos como Mauritania, tenían pretensiones en el
Sahara Occidental, el partido nacionalista Istiqlal declaró,
inmediatamente después de la independencia del país magrebi, que la
tarea de liberar el país no se había terminado y que no se terminaría,
hasta que todo el territorio histórico del Imperio Alauita fuera libre.
Esto significaba una región que incluía la mayor parte del Sahara
argelino, el noroeste de Malí, Sahara Occidental, Mauritania e incluso
una parte de Senegal. Entre todas estas regiones que reclamaba
injustamente Marruecos, el Sahara Occidental fue el territorio que mas
sufrió una gigantesca propaganda marroquí rebosante de mentiras, en las
que se falsificaba la historia de este pequeño pueblo árabe y musulman.
La familia real marroquí estaba al tanto de los múltiples acuerdos que
firmaron sus ancestros, entre los cuales mencionamos los siguientes: en
una carta fechada el 30 de mayo de 1767 y dirigida al rey de España
Carlos III, insiste el sultán Mohamed Ben Abdal-lah (1757-1790) en no
tener ningún poder ni autoridad al sur del río Nun. Realidad que asumen
el sultán Mulay Suleiman (1796-1822), que firma un acuerdo con Carlos
IV, en 1799, reconociendo que la región de Saguia El Hamra (N. del
Sahara) no le pertenece, y el sultán Mulay Abderrahman (1822-1859)
afirmo lo mismo.
A pesar del dictamen del Tribunal Internacional de Justicia, que
reafirma la inexistencia de lazos de soberanía entre Marruecos y el
Saguia el hamra y Rio de oro, Marruecos continuo su gran campaña de
mentiras basada en que el territorio del Sahara era una tierra marroquí
ocupada por europeos y que debía ser recuperada y formar parte del mundo
árabe, con estas mentiras consiguió el apoyo de los ricos países del
Golfo- Arábigo.
Con el desencadenamiento de la lucha armada por el Frente Polisario y el
apoyo de países progresistas como Argelia y Libia, Marruecos añadió
otras mentiras a su campaña propagandística, donde alegaba que los
guerrilleros saharauis eran unos decenas de comunistas cubanos y
vietnamitas, con este argumento reforzó el apoyo de sus aliados del
bloque capitalista.
El 31 de octubre de 1975, columnas de blindados, tanques y camiones
militares cruzaron las fronteras acompañados con una cobertura de
aviones militares. Este gigantesco ejército destruyo a decenas de
ciudades saharauis, ametrallaron a manadas de camellos y asesinaron a
sangre fría a muchos civiles inocentes.
Los guerrilleros saharauis enfrentaron con mucho heroísmo a esta salvaje
agresión de los marroquíes por el norte y los mauritanos por el sur.
Esta salvaje acción fue encubierta seis días después por la llamada “
Marcha verde” . Los integrantes de esta marcha son antiguos reclusos,
delincuentes, callejeros, ex soldados y pobres campesinos que huyen de
la extrema pobreza de su país. La oleada de personas que portaban
banderas de Marruecos, Estados Unidos de América y ejemplares del Corán.
Esta farsa fue acompañada por un ejército de periodistas de todo el
mundo, además de representantes de las misiones diplomáticas acreditadas
en Rabat. Pocos dias de este triste acontecimiento el 29 de enero 1976
cazas f5 equipados con ametralladoras 15 milímetros atacaban a Tifariti
seis y media de la tarde.
Dos dias mas tarde vuelven y atacan de nuevo a tifariti, Gultet Zemmur
Emudraiga y Amgala con napalm y fósforo blanco los días 18, 20 y 23 de
febrero. El número de víctimas en Um Draiga llegó a dos mil entre
muertos, heridos y desaparecidos
Pocos en el mundo supieron de estas matanzas perpetradas por Marruecos,
que engañaba al mundo con su gigantesca campaña de mentiras.
España abandono el Sahara entregando el territorio a los vecinos del
norte y sur, mediante los vergonzosos acuerdos de Madrid el 14 de
noviembre ce 1975, acompañando la ocasión con otra campaña de
propagandas basada en salvaguardar el honor del ejército español y los
intereses de la nación española. España fue obsequiada con unos
beneficios económicos basados en: 800 barcos españoles que pescaran en
las aguas del Sahara Occidental durante veinte años, además de vender a
Marruecos el 65% de sus acciones de la compañia Bu Craa.
En 1991, marruecos derrotado en la guerra, acepto un plan de paz ideado
por la UNO y la OUA, pero prosiguió en su propaganda de mentiras hasta
conseguir frustrar este plan de paz con sus sucias maniobras, apoyado
por Francia y otros países árabes.
En diciembre 2016, el Tribunal de la Justicia Europea, dictamino que los
acuerdos de asociación y liberalización entre las dos partes no se
aplicaban al Sahara Occidental, dejando claro que Marruecos y el Sahara
Occidental son dos territorios separados.
Ante este duro golpe, la diplomacia marroquí continuo activa en su
campaña de propaganda contraria a legalidad internacional, incluso lanzó
amenazas al continente europeo, basadas en bloquear la cooperación en
temas de seguridad y emigración.
Marruecos trato con todos sus medios de acusar a la revolución saharaui
de ser cómplice de grupos terroristas, además de ser un nido de Irán y
Hizbulah para lograr la simpatía de occidente y destruir la imagen del
pueblo saharaui.
La asquerosidad de la diplomacia enemiga y su maquinaria propagandística
llego a llamar a las zonas liberadas, zonas de aislamiento.
La última de las campañas enemigas que desarrollo el reino alauita, fue en su discurso con motivo a llamada” Marcha verde”.
En este discurro el rey de Marruecos hizo un llamamiento para fortalecer
las relaciones bilaterales, creando una comisión conjunta para discutir
todos los temas pendientes. Este discurso su único fin era frustrar la
mesa redonda planeada por la UNO en Ginebra para hallar una solución
justa que garantiza la autodeterminación del pueblo del Sahara.
Ante esta guerra de propaganda enemiga apoyada y asesorada por países
árabes y occidentales, los hijos del Sahara deben reforzar su unidad y
abrir un frente solido para desarmar la estructura de esta odiosa
maquinaria.
Considero esencial tomar algunas medidas como las siguientes:
Crear un ejército de intelectuales, armado con la fe en la causa de su
pueblo y los hechos históricos documentados ante los organismos
mundiales, que invade los medios de información mundial para reforzar al
cuerpo diplomático nacional con el fin de desmentir las múltiples
mentiras que difunden los rivales de la causa saharaui.
Organizar de una forma ininterrumpida conferencias, eventos y jornadas
de sensibilidad e invitar a intelectuales, diplomáticos, profesores
universitarios, grandes escritores y medios de información.
Intensificar el debate de temas históricos en los medios de información
saharaui con la participación de periodistas y personalidades políticas
nacionales y extranjeros.
Desarrollar actividades de carácter civil en los territorios liberados para consolidar la soberanía nacional.
Crear una escuela de pioneros diplomáticos que serán seleccionados según
su trayectoria escolar, así garantizaremos una futura generación de
diplomáticos.
Aprovechar el plan de “vacaciones en paz” para acompañarlo con obras de
teatro y otras actividades culturales, que se desarrollaran en cada
región, para hacer llegar un mensaje solido al ciudadano europeo.
Crear un premio nacional para los mejores trabajosos literarios que tratan sobre la causa saharaui.
Abdurrahaman Budda