Reporteros Sin Fronteras (RSF) hace un llamamiento a las autoridades
marroquíes para que respeten los derechos de los detenidos actualmente
enjuiciados en Casablanca por su participación en el movimiento de
protesta Hirak en la región del Rif. Entre ellos se cuentan un
periodista y cinco periodistas ciudadanos y trabajadores de medios.
RSF
insta a las autoridades a que observen las normas internacionales que
rigen el trato a los detenidos. El juicio se aplazó por quinta vez en la
audiencia del 21 de noviembre, en esta ocasión a petición de la
defensa, que solicitó una demora para preparar sus argumentos.
Entre
los 54 acusados está el editor del diario digital Badil.info, Hamid El
Mahdaoui, y los siguientes ciudadanos periodistas y trabajadores de los
medios: Mohamed El Asrihi y Jawad Al Sabiry, de Rif 24, Houssein Al
Idrissi ,de Rif Press, Fouad Assiadi, editor de la página de Facebook de
Awar TV, y Rabiaa El Ablak, de Badil.info.
Todos ellos se
encuentran actualmente en la prisión de Okacha, que está a más de 500 km
de sus hogares en la ciudad de Alhucemas, en la norteña región del Rif y
sus alrededores, donde fueron arrestados.
Según la información
obtenida por RSF, su trato en prisión no cumple con los principios
internacionales establecidos por la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y los Principios y Directores
sobre el Derecho a un Juicio Justo y Asistencia Legal en África.
"Cuando
conocimos a la familia de Hamid El Mahdaoui y a algunos de los abogados
de los detenidos de Hirak la semana pasada en Marruecos, nos
describieron las condiciones deplorables y la constante humillación a la
que están sometidos estos periodistas durante su detención", explica
Yasmine Kacha, directora de la oficina de Reporteros Sin Fronteras en el
Norte de África.
"Instamos a las autoridades marroquíes a
respetar las normas sobre el trato a los detenidos tanto en prisión como
durante las audiencias. Compartimos nuestras preocupaciones con el
departamento de protección del Consejo Nacional de Derechos Humanos
(CNDH), que tomó nota de ellas".
El Mahdaoui organizó una huelga
de hambre de dos semanas en septiembre para protestar contra las
condiciones en las que está detenido y por el hecho de que lleva
recluido en régimen de aislamiento durante varios meses. Se le permite
entrar en un patio de ejercicios durante dos períodos de 30 minutos al
día, en los cuales no puede hablar con nadie.
El Ablak comenzó su
tercera huelga de hambre el 9 de noviembre contra el tratamiento
"inhumano" y "vergonzoso" que está recibiendo. Hace algunas semanas, los
detenidos dejaron de recibir paquetes de alimentos de sus familias. El
Ablak terminó su huelga de hambre la víspera de la audiencia del 21 de
noviembre.
Cuando comparecen ante el tribunal, los acusados
están confinados en un área tras un cristal tintado y se les vigila
con cámaras. Durante la audiencia del 21 de noviembre, la policía
maltrató a la esposa de El Mahdaoui, Bouchra, cuando intentó acercarse a
su marido.
"El maltrato de los guardias de la prisión es una
característica distintiva de la detención de estos periodistas ", apunta
Khadija Riyadi, ganadora del Premio de Derechos Humanos 2013 de las
Naciones Unidas y cofundadora del comité creado para apoyar a El
Mahdaoui y los demás periodistas detenidos en relación con las protestas
de Hirak.
"La comida que reciben porque sus familias no pueden
traer cestas de alimentos es de mala calidad", señala. "Hace unos días,
los detenidos fueron sometidos a un humillante registro. La asistencia
médica es deficiente. Lamentamos no haber tenido acceso a los detenidos.
El comité de apoyo ha solicitado acceso pero no ha recibido una
respuesta".
En septiembre de 2017, El Mahdaoui ya fue condenado
en un caso separado a un año de prisión y a una multa de 20.000 dirhams
(2.000 euros). También se enfrenta a una posible sentencia de cinco años
de cárcel por el cargo de hacer peligrar la seguridad del estado. En el
juicio masivo de Hirak, los periodistas ciudadanos y trabajadores de
medios están siendo procesados bajo el código penal y la ley sobre
reuniones públicas.
RSF ha pedido repetidamente su libertad. Si
las autoridades insisten en entablar cualquier acusación contra ellos,
debe basarse en la ley de prensa y publicación, y los acusados no
deben estar detenidos mientras se los juzga o esperan su juicio.
Las
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los
Reclusos solo permiten la reclusión en régimen de aislamiento durante
más de 15 días consecutivos en casos excepcionales y solo como último
recurso después de una revisión independiente. Además, a los detenidos
normalmente se les debe permitir comunicarse con sus familias a
intervalos regulares y deben recibir atención médica.
Bajo los
Principios y Directrices sobre el Derecho a un Juicio Justo y Asistencia
Legal en África, que la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los
Pueblos aprobó en 1999, cada persona acusada tiene derecho a una defensa
efectiva, y los Estados deben garantizar que los detenidos sean
tratados de manera humana y con respeto por la dignidad inherente al ser
humano.
Marruecos ocupa el puesto 133, entre 180 países, en la
Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el
Informe Anual de la organización.