Brahim Ghali felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país

  El Presidente de la República felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país SPS   Bir Lehlu (República Saharaui), 10 de agosto de 2022 (SPS) – El Presidente de la República y Secretario General del Frente POLISARIO, Sr. Brahim Ghali, felicitó este miércoles a su homólogo ecuatoriano, Guillermo Laso Mendoza, con motivo del 213 aniversario del primer grito de independencia de la República del Ecuador, que coincidió con el 10 de agosto de 1809. En la carta de felicitación a su homólogo ecuatoriano, el Presidente de la República expresó “sus más sinceras felicitaciones, en nombre del pueblo y del gobierno de la República Saharaui, al hermano gobierno y pueblo del Ecuador, con motivo del 213 aniversario de la independencia”. “Este hecho histórico llevado a cabo por el valiente pueblo ecuatoriano, permitió sembrar las semillas de la liberación y emancipación en América Latina, así como el cumplimiento del sueño de indep

Nadie mira más allá del muro

Desayuno familiar nada más despertar. Las mantas siguen en el suelo. Un día a la semana pueden recoger agua, al lado sobre un taburete. -

 TomADO DEL DIARIO DE LEÓN

Isalmu Elbar vuelve con frecuencia a su casa en Auserd. El niño que soñaba con jugar al fútbol es ahora técnico en emergencias sanitarias en León. Llegó a España con el programa Vacaciones en Paz a las 6 años. En los campamentos saharauis no aspiraba a más y ahora se pregunta cómo puede sobrevivir su familia con tan pocos recursos. Sus fotos son los ojos que muestran la realidad de su pueblo..

 

carmen Tapia | león
La familia de Isalmu Elbar acaba de instalar luz eléctrica en su modesta casa de adobe situada en los campos de refugiados de Auserd. Es una de las familias privilegiadas que puede contar con la ayuda de un pariente en el exterior. Isalmu tiene ahora 28 años. Dejó su casa con 6 años para venir a España con el programa Vacaciones en Paz, acogido por una familia de Santi Ponce, en Sevilla. Ahora trabaja en León como técnico de emergencias sanitarias en el 112. Vuelve con frecuencia a los campamentos y dice que el Sahara le duele. «En los campamentos no aspiraba a más porque no sabía que había otro mundo. Ahora, cada vez que vuelvo me pregunto qué es eso, cómo pueden sobrevivir así. Siempre me impacta porque ves el deterioro del tiempo en la gente, que mueren por causas de fácil remedio. Ellos lo tienen asumido y, aunque confían en que algún día todo cambie, se resignan».
Los habitantes de los campos de refugiados son víctimas de una guerra que dura ya 40 años. «Es inhumano. Nadie mira ya más allá del muro. Se han olvidado de ellos».
Apátridas
Tres generaciones de saharauis han vivido como apátridas, «olvidados, desamparados y nadie parece tener interés en solucionar el problema».
La mitad del pueblo saharaui vive desde hace 41 años en campos de refugiados construidos en mitad del desierto. La otra mitad siguen en su territorio original pero viven bajo la ocupación marroquí. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado. «El poder político es mayor que el de los derechos humanos», lamenta Isalmu Elbar. «Los leoneses tienen que darse cuenta de que hay vida más allá del muro», afirma.
En los campos de refugiados han vivido ya tres generaciones de saharauis «una generación ya ha muerto. Es un genocidio blanco».
Las familias viven de la ayuda humanitaria. «Como no tienen patria no pueden trabajar, no pertenecen a ninguna parte». En los campos de refugiados falta de todo. «En mi último viaje fue al hospital de Rabuni a colaborar como voluntario. A los tres días asistí a un parto. Sólo tenían una ‘palomilla’ para coger la vía del paciente y se la pusieron a la mujer que iba a dar a luz porque fue la primera que llegó. Tuvo suerte. Los pedidos llegan en un día, tienen que atravesar 30 kilómetros por el desierto y te puedes imaginar que 30 kilómetros por un desierto de arena no es fácil de recorrer. Me impactó mucho, acostumbrado a las facilidades que tenemos aquí, que hasta utilizamos el material para hacer prácticas».
El trabajo de los médicos y enfermeros en los hospitales saharauis es semi voluntario. «Cobran 50 euros cada tres meses. No es un sueldo es una ayuda».
La electricidad ha llegado a los campos de refugiados 41 años después de la ocupación. Los jóvenes abandonan la ocupación tradicional de fabricación de ladrillos para dedicarse a la instalación «sin apenas tener preparación», asegura Elbar. «Es algo nuevo para ellos. Una vecina se ha electrocutado porque pisó un cable que estaba en mal estado. Todo es muy nuevo».
La familia de Isalmu vive en una casa de adobe y uralita de tres habitaciones de 4 metros cuadrados cada una. «Viven juntos mi madre, mis tres hermanas, mi cuñado y un hermano sordomudo». Gracias a la ayuda que les envía desde León han podido meter la luz en la casa y se han comprado un aparato de aire acondicionado. «A veces me llaman y me dicen que necesitan un frigorífico o cualquier otro aparato. Entonces ahorro todo lo que puedo y se lo envío. Ellos no tienen otra manera de subsistir. Los que no tienen a nadie fuera viven en peores condiciones».