Brahim Ghali felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país

  El Presidente de la República felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país SPS   Bir Lehlu (República Saharaui), 10 de agosto de 2022 (SPS) – El Presidente de la República y Secretario General del Frente POLISARIO, Sr. Brahim Ghali, felicitó este miércoles a su homólogo ecuatoriano, Guillermo Laso Mendoza, con motivo del 213 aniversario del primer grito de independencia de la República del Ecuador, que coincidió con el 10 de agosto de 1809. En la carta de felicitación a su homólogo ecuatoriano, el Presidente de la República expresó “sus más sinceras felicitaciones, en nombre del pueblo y del gobierno de la República Saharaui, al hermano gobierno y pueblo del Ecuador, con motivo del 213 aniversario de la independencia”. “Este hecho histórico llevado a cabo por el valiente pueblo ecuatoriano, permitió sembrar las semillas de la liberación y emancipación en América Latina, así como el cumplimiento del sueño de indep

Carta abierta al presidente de la República Argentina


Carta abierta al jefe de Estado de la República Argentina, enviada a Voz del Sahara Occidental en Argentina por su autor, Jorge Alejandro Suárez Saponaro, en la que solicita el reconocimiento del Estado nacional a la República Árabe Saharaui Democrática.



Buenos Aires, 21 de noviembre de 2015.

Sr. Presidente de la Nación Argentina

De mi mayor consideración:

El motivo de la presente tiene como objetivo solicitar que el Gobierno de la Nación Argentina reconozca la República Árabe Saharaui Democrática, como lo hizo en su momento la Argentina  que se comprometió hacerlo en los años 80. A diferencia de los países de común origen, nuestro país ha sido permeable a las presiones de quienes son responsables de años de sufrimiento del pueblo saharaui. En este mes de noviembre, se cumplen cuarenta años de la brutal invasión mauritano marroquí y desde entonces los saharauis esperan recuperar las tierras que les fueron usurpadas y que hoy bajo ocupación marroquí, millares de saharauis viven como ciudadanos de segunda sometidos a constantes violaciones de derechos humanos. Mientras otros tantos millares viven en condiciones sumamente duras en las zonas liberadas y los campos de refugiados de Tinduf, en el agreste desierto del Sahara.(...)


Usted se preguntará ¿quiénes son los saharauis? Una pregunta lógica en atención al silencio informativo que se ha impuesto sobre este conflicto. Es un pueblo árabe y musulmán del norte de África, poseedor de una cultura de características únicas y cuyo linaje se remonta a muchos milenos atrás con sus antepasados bereberes. Este pueblo, que muchos lo quieren mostrar como simples nómadas, durante siglo sus tribus estuvieron organizadas con instituciones comunes, que fomentó su idea de unidad y la existencia de valores comunes. Su vestimenta, su cultura, su lengua (árabe hassania) lo hicieron único y lo diferenciaron de sus vecinos.  En 1884 como consecuencia del reparto de África, España ocupó el territorio saharaui, con el cual tenía lazos históricos, por la actividad de pesca de los habitantes de las Islas Canarias.

Los lazos con España dejaron una impronta particular: el idioma castellano como segunda lengua, circunstancia que los hace sentir muy cerca de América Latina, región que buscan estrechar lazos. México, Cuba, Venezuela, Uruguay, Perú, Ecuador son países que mantienen relaciones diplomáticas con la República Saharaui. Las legislaturas de Chile, Colombia y Brasil se han manifestado favorables al reconocimiento del estado saharaui, una realidad jurídica indiscutible. La Corte Internacional de Justicia en 1975, ante los reclamos infundados de Marruecos y Mauritania, señaló claramente que los saharauis eran un pueblo, dueño de su propio destino, descartando de plano cualquier reclamo territorial por parte de otro país. En el marco de un clima de ilegalidad internacional, cuando España violando lo normado por la Carta de las Naciones Unidas decidió abandonar el territorio, los representantes legítimos del pueblo saharaui, horas antes que expirara la presencia española, proclamaron la República Saharaui. Un estado reconocido por ochenta países y miembro de la Unión Africana. El estado saharaui cuenta con gobierno, ejército y controla el 20% del territorio que legítimamente le pertenece, estando el resto ocupado ilegalmente por Marruecos.

La ocupación marroquí fue un acto de fuerza y sobre ello hay pruebas irrefutables, la invasión fue brutal y provocó el exilio de más de la mitad de la población saharaui. En ese camino rumbo al exilio a los campos de refugiados en Argelia, sufrieron el bombardeo por parte de la aviación marroquí con bombas de napalm y fósforo blanco, crímenes de guerra según las Convenciones de Ginebra.  Luego de estos trágicos hechos vino una larga guerra de liberación, donde los saharauis con escasos recursos lucharon con enemigos que tenían fuerzas diez veces superiores a ellos. No obstante ello, los saharauis libraron una lucha épica y obligaron a sus enemigos a buscar la paz.

Desde 1991 la MINURSO, misión de paz de las Naciones Unidas vigila el cese del fuego y tiene la responsabilidad de llevar a cabo el referéndum en el marco de un Plan de Arreglo, que ha sido vulnerado sistemáticamente por Marruecos.  Los saharauis viven divididos por un conjunto de muros defensivos con millones de minas y quiénes viven en los territorios ocupados son ciudadanos de segunda y víctimas de un sistema represivo, que tortura y desaparece, que prohíbe la existencia de sindicatos y organizaciones de derechos humanos saharauis. A ello se agrega que la misión de paz de la ONU no cuenta con facultades de monitoreo de derechos humanos. Algo inédito y abiertamente injusto, no obstante el llamado de prestigiosas ONG de Derechos Humanos (a la cual adhieren personalidades argentinas y reconocidas en esta temática, organizaciones políticas de distinto signo) y el propio Secretario General de Naciones Unidas.

El pueblo saharaui a pesar de tanto sufrimiento se apega al derecho internacional y reclama por medio de su gobierno, ONG de Derechos Humanos y foros diversos, el cumplimiento del plan de paz de 1991, el fin de las violaciones de los derechos humanos, respuestas a los prisioneros de guerra saharauis desaparecidos, como el paradero de las víctimas civiles y el fin de la represión, que constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad.

La causa saharaui es un ejemplo de diálogo intercultural, los comités de amistad con el pueblo saharauis están compuestos por personas que su inmensa mayoría no son musulmanes, de diversos colores políticos, pero todos unidos por la solidaridad y pleno compromiso de la justa causa saharaui. Este diálogo intercultural queda manifestado por el interés de los saharauis de mantener vivo el castellano, de enseñarlo en las escuelas, de recibir con los brazos abiertos a millares de cooperantes y de enviar a millares de niños en el marco de las “Vacaciones en Paz” a pasar las vacaciones en hogares españoles. Todo un mensaje, donde la intolerancia está llevando a niveles de violencia extrema, donde grupos sectarios cómplices de oscuros intereses, intenta traer a la escena global una “guerra de religiones”.

La Argentina históricamente ha tenido un firme compromiso en defensa de los derechos humanos, el derecho a la libre determinación de los pueblos, el respeto a la Justicia y el derecho internacional. Nuestro país ha sido víctima de la ilegalidad internacional en el marco de un acto de fuerza, como es la disputa por nuestras Islas del Atlántico Sur. La Argentina tiene un compromiso histórico por la paz, no en vano tenemos dos Premios Nobel de Paz y ha denunciado en diversos foros la injusticias que se cometen en el mundo.

En honor a las mejores tradiciones argentinas, vengo a solicitar que siguiendo el ejemplo de los países de la región, como el caso ejemplar de Uruguay, nuestro país se pronuncie favorablemente por el reconocimiento de la República Saharaui y el respeto de los Derechos humanos del pueblo saharaui, con supervisión internacional, a fin de terminar con tantas injusticias. Los saharauis, un pueblo digno y grande lo merecen.

Esta carta abierta, es a título personal como un modesto militante y amigo del Pueblo Saharaui y en el marco de mis convicciones personales que me impulsan a adherir y apoyar desde mi humilde lugar las causas justas.

Lo saluda a Ud. con la más alta consideración,

Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Abogado- Mg. en Defensa Nacional.


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