Brahim Ghali felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país

  El Presidente de la República felicita a su homólogo ecuatoriano por el 213 aniversario de la independencia de su país SPS   Bir Lehlu (República Saharaui), 10 de agosto de 2022 (SPS) – El Presidente de la República y Secretario General del Frente POLISARIO, Sr. Brahim Ghali, felicitó este miércoles a su homólogo ecuatoriano, Guillermo Laso Mendoza, con motivo del 213 aniversario del primer grito de independencia de la República del Ecuador, que coincidió con el 10 de agosto de 1809. En la carta de felicitación a su homólogo ecuatoriano, el Presidente de la República expresó “sus más sinceras felicitaciones, en nombre del pueblo y del gobierno de la República Saharaui, al hermano gobierno y pueblo del Ecuador, con motivo del 213 aniversario de la independencia”. “Este hecho histórico llevado a cabo por el valiente pueblo ecuatoriano, permitió sembrar las semillas de la liberación y emancipación en América Latina, así como el cumplimiento del sueño de indep

REGALITO AL LOBBY PRO MARROQUÍ EN LA REPÚBLICA ARGENTINA


 Respuesta de Brahim Salem Buseif al personaje llamado Adalberto Agozino

Por Brahim Salem Buseif (como respuesta a publicaciones del lobby promarroquí en la República Argentina).

Frente a un conflicto donde existe un agresor y una víctima, ante una injusticia, sabemos que quienes se solidaricen con el agredido lo hacen por ética, moral y altruismo, por la defensa de valores humanos, por querer hacer justicia, es decir, movidos por principios. Sin embargo, ¿qué motivos tienen aquellos que ayudan al agresor? Un agresor que comete atropellos y violaciones de los derechos humanos e infringe el Derecho Internacional. Dicha deshonrosa tarea, a pesar de ser indigna y vergonzosa, también tiene sus protagonistas. Siempre existirán personas honradas y nobles que sacrifican su tiempo, sus medios e incluso su vida por defender la libertad, la justicia y el respeto de los derechos humanos como, también, habrán sinvergüenzas y bellacos capaces de ignorar y hasta ser cómplices en la violación de todos esos valores.
La contienda entre la monarquía alauita y la República saharaui no es la excepción de esta regla. Empero al hecho de que el pueblo saharaui lucha y resiste, en legítima defensa, a la guerra de agresión que le impuso la invasión marroquí en 1975, el aparato de propaganda del régimen expansionista, mediante sobornos repartidos por las embajadas, logra, a veces, reclutar a voceros para dar eco a su publicidad y difundir sus panfletos. Su finalidad es engañar a la opinión pública con respecto a la naturaleza del conflicto y denigrar la imagen del Frente POLISARIO.(...)


Los artículos publicados en Total News Agency los días 27 de abril y 4 de mayo, respectivamente (http://www.totalnews.com.ar/content/view/651687/104/) y (http://www.totalnews.com.ar/content/view/651792/104/) por el llamado Dr. Adalberto Agozino son un claro ejemplo de la categoría a la que me refiero. En ambos artículos, Adalberto Agozino, reproduce, al pie de la letra, las falacias del makhzen marroquí y los insultos que nos suelen proferir. Así, nos tilda de “terroristas”, “asesinos”, “separatistas” y, lo más grave, nos llama “marroquíes.”
Estos inesperados ataques de ultramar, tanto más impensados cuanto que proceden de la patria de José de San Martín y de Ernesto Che Guevara de donde los pueblos colonizados solo acostumbran recibir solidaridad y ayuda, son fáciles de refutar al estar sus planteamientos construidos sobre datos falsos, al ser contrastados con la realidad se desbaratan y caen cual castillo de naipes cuyo impostor ingeniero, un vulgar fullero, trabaja con material falsificado. Veamos:
Respecto del origen del conflicto dice que “La raíz del conflicto magrebí se encuentra en las reivindicaciones separatistas de una minoría de la población marroquí que se reivindica como saharaui”.
Sin embargo, todo el mundo sabe que la raíz del conflicto -y de todos los conflictos en esa región de África- son las reivindicaciones territoriales expansionistas infundadas, de un imperio quimérico por parte de la monarquía alauita que llaman el “Gran Marruecos” y que englobaría el Sahara Occidental, Mauritania, parte de Argelia y la mitad norte de Mali.
La reivindicación de este imperio imaginario, aun en el hipotético caso de haber existido, entra en confrontación con el derecho de los pueblos a la autodeterminación otorgado por las NN.UU. y con los principios de la organización continental africana que determinan el respeto de las fronteras heredadas de la colonización. Marruecos jamás tuvo soberanía sobre ninguna parte de esos territorios y ello quedó definitivamente aclarado al ser negadas sus pretensiones en la primera etapa de su aventura imperial.
Cuando Hassan II en 1974, para impedir que la ONU y España organizasen el referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, desvió el asunto hacia la Corte Internacional de Justicia de La Haya, lo hizo como estratagema al temer a la expresión de la voluntad de nuestro pueblo como la sigue temiendo su heredero en la actualidad. Pero, aunque logró su propósito de impedir el referéndum, el tiro le salió por la culata ya que el dictamen de la corte significó, legalmente hablando, el tiro de gracia para las reivindicaciones basadas en “derechos históricos”.
El veredicto de la Corte Internacional de Justicia: “La Corte concluye que los elementos e informaciones llevados a su conocimiento no establecen la existencia de ningún lazo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara occidental, de una parte, y el Reino de Marruecos y el conjunto mauritano, de otra. La Corte no ha constatado, pues, la existencia de lazos jurídicos de naturaleza que puedan modificar la aplicación de la resolución 1.514 (XV) de la Asamblea General de la O. N. U., en lo que se refiere a la descolonización del Sahara occidental, y, en particular, al principio de autodeterminación mediante la expresión de la voluntad libre y auténtica de las poblaciones del territorio”.
Calificarnos de separatistas es absurdo y no merece la pena ser respondido ya que, como lo afirmó la Corte, nunca hubo unión entre el Sahara Occidental y el reino de Marruecos. Y plumas idénticas a la del “doctor” llamaron terroristas a todos los que combaten por la libertad y la dignidad de sus pueblos, a dirigentes de la talla de Nelson Mandela; no obstante, la historia les hizo tragar sus insultos y postrarse ante ellos.
El autor de estos panfletos recurre a todo tipo de amaños, como la manipulación de las fechas o la falsificación de hechos históricos, en un vano intento para que sus planteamientos tengan alguna coherencia y lograr su propósito de confundir a la opinión pública:
“Argelia derrotada por Marruecos en la ‘Guerra de las Arenas’ -1963-, decidió poner ‘una piedra en el zapato’ de Marruecos y al mismo tiempo mejorar su posición geopolítica propiciando la creación de un ‘Estado títere’ en el sur del Sáhara que le proporcionara un acceso seguro a la costa atlántica para encaminar hacia allí buena parte de sus exportaciones energéticas –gas y petróleo-.
Este fue el origen de la creación del Frente Popular para la Liberación de Saguía el-Hamra y de Río del Oro, más conocido como ‘Frente Polisario’, conformado en 1975, por un grupo de estudiantes marroquíes que obraban siguiendo las directivas de Argel”.
La historia, a la que el “doctor” Agozino hace caso omiso, dice que la “Guerra de las Arenas”, la ganó Argelia. Él evitó decir la causa y el lugar de aquella guerra para no revelar la verdad. Esa guerra fue causada por la traicionera invasión de Marruecos a Argelia, cuando aún sangraban sus heridas de una larga lucha de liberación que le costó un millón y medio de mártires. Las tropas marroquíes invadieron las regiones argelinas de Bechar y Tinduf que, hoy día, siguen reclamando como parte de su “imperio”. Los argelinos derrotaron y expulsaron a los invasores que huyeron con el rabo entre las piernas. Esa es la verdadera historia. Pero, si a pesar de la tozudez de la historia, el “doctor” consigue confundir a alguien al tergiversar los hechos, existe otro testigo más firme y mucho más testarudo: la geografía. La geografía, madre de la historia, por ser el lugar donde esta se gesta y ocurre, también confirma la derrota de los invasores; bastaría consultar un mapa político de África para constatar que esas ciudades objetivo de la invasión están, como estuvieron siempre, bajo la soberanía de Argelia y que la bandera argelina ondea, orgullosa, en aquellos cielos.
La historia también enseña que el movimiento de liberación Frente POLISARIO fue creado en mayo de 1973 y que continuó la lucha contra la colonización española emprendida desde mediados de los sesenta por el Movimiento de Liberación del Sahara.
Repitiendo las falsas alegaciones de Marruecos afirma que la ayuda de Argelia al Frente POLISARIO es para conseguir “un acceso seguro a la costa atlántica para encaminar hacia allí buena parte de sus exportaciones energéticas -gas y petróleo-”.
Le diremos que antes de apoyar a los saharauis, Argelia brindó su generosa y desinteresada ayuda a los Movimientos de Liberación en Mozambique, Zimbabue, Sudáfrica, Angola, Namibia, Guinea y Cabo Verde…
Que explique a los lectores qué quería Argelia al, por ejemplo, apoyar al FRELIMO en Mozambique, ¿también buscaba una salida al Océano Índico? “¡Que todos son de su condición, piensa el ladrón!”
La política que Argelia adoptó, desde su independencia, de conceder asilo, proporcionar un refugio seguro a los oprimidos y perseguidos y ser un santuario para todos los que luchan por la libertad, inspiró al escritor y dirigente africano Amílcar Cabral a definir a Argelia como “La Meca de los Revolucionarios”.
Los saharauis confirmamos esa verdad histórica que sentenció Amílcar Cabral y damos fe de la hospitalidad y la solidaridad del noble pueblo argelino. Desde 1975, Argelia acoge a miles de civiles saharauis que llegaron huyendo, un verdadero éxodo, debido a los bombardeos con fósforo blanco y napalm de las hordas invasoras marroquíes. Les estaremos eternamente agradecidos.
Impresiona como puede, sin rubor, hacer el ridículo repitiendo embustes como “un referéndum propuesto por Hassan II”. Parte esta del discurso marroquí solo destinado al consumo interno, al ser un producto imposible de exportar dada su mala calidad, pues está adulterado: Hassan II nunca propuso un referéndum. Tuvo que aceptarlo bajo presión en la cumbre de la Organización de la Unidad Africana (OUA) de 1981 en Nairobi (Kenia), al ser amenazado por los países africanos de que, si no aceptaba el referéndum de autodeterminación y negociaba con el Frente POLISARIO, iban a admitir a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como miembro. Tres años después, en 1984, la RASD es admitida como miembro de plenos derechos de la organización continental, al constatar los dirigentes africanos que Hassan II no cumplía su promesa, solo había aceptado las condiciones para ganar tiempo. Y otra vez, como en 1974, ganó tiempo pero perdió posición y credibilidad. La RASD es miembro fundador de la Unión Africana (UA) -la sucesora de la OUA- y Marruecos es el único país fuera de la Unión.
Algo similar le está sucediendo a su hijo a nivel internacional. El “doctor” titula uno de sus artículos “Marruecos se impone en la pulseada por el Sáhara”, donde se vanagloria de que Mohamed VI consiguió evitar que el Consejo de Seguridad otorgue a la MINURSO las prerrogativas de vigilar y proteger contra los abusos de los derechos humanos. ¡Menuda proeza! Consigue seguir violando los derechos humanos sin testigo.
En otra parte, el “doctor” que se ha convertido en súbdito del monarca marroquí, trata de justificar esa política con el siguiente párrafo, de pésima redacción y peor contenido, que he copiado de su original y pegado:
“Por lo tanto, interpreta que en realidad bajo el argumento de supervisar la vigencia de los derechos humanos las fuerzas de la MINURSO y algunas ONG europeas y muy vinculadas al aparato de propaganda del Polisario realizaran un aprovechamiento político del tema hasta convertirlo en una intolerable intromisión en los asuntos internos de Marruecos.”
Algunas de las numerosas ONG que piden que la MINURSO vigile la práctica de los abusos y las violaciones de los derechos humanos en el Sahara son Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Centro Robert F. Kennedy por la Democracia y los Derechos Humanos. Amnistía acaba de asegurar que la tortura sigue siendo practicada por el régimen marroquí en el Sahara Occidental y en el propio Marruecos en su reciente informe. Nuestro vínculo con estas prestigiosas organizaciones es el deseo común, que todos tenemos, de acabar con los abusos contra los derechos humanos.
Y, ¿de qué “asuntos internos de Marruecos” habla? No existe ningún país ni organización que reconozca la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental. Hacerlo supondría quebrantar el Derecho Internacional. El problema es un caso de descolonización inacabado que sigue en la agenda de las NN.UU. tratado como territorio no autónomo.
En un dictamen sobre el Sahara Occidental, realizado en enero del 2002 por el Secretario General Adjunto para Asuntos jurídicos, Sr. Hans Corell, para el Consejo de Seguridad se considera que:
“Los Acuerdos de Madrid no han supuesto una transferencia de soberanía sobre el Territorio ni han concedido a ninguno de los firmantes el estatus de potencia administradora, calidad que España no podía haber unilateralmente transferido. La transferencia de autoridad administrativa sobre el Territorio en 1975 no afecta a su estatus internacional en tanto que territorio no autónomo.”
Solamente el “doctor” es quien considera al Sahara como marroquí. Está claro que el excelente trabajo que desempeñan el Comité Argentino de Amistad con el Pueblo Saharaui, el Comité de Amistad con el Pueblo Saharaui de La Plata, personalidades políticas, académicos, las organizaciones sociales y sindicales para informar a la opinión pública sobre el conflicto en el Sahara Occidental, pone nervioso a nuestro enemigo invasor que no quiere que los argentinos conozcan las atrocidades que comete en la otra orilla.
No desdeña, el “doctor”, ningún medio para intentar descalificar a la causa saharaui y a sus amigos; en su blog que persigue los mismos designios trazados por el gobierno de Marruecos, califica al documental de Álvaro Longoria “Hijos de las Nubes, la última colonia”, galardonado con el Premio Goya al mejor documental, de “cine de propaganda” y lo equipara a una película de 1934 que exaltaba la persona de Adolfo Hitler. Quiere trocar los valores pero no lo consigue.
Sus escritos constituyen una verdadera declaración de pleitesía al rey alauita. Este ya cuenta con un súbdito y vasallo allende los mares y, por eso, que nadie se extrañe si empieza a reclamar a la Patagonia argentina como parte de su quimérico imperio, pues los absurdos sueños del “gran Marruecos” se basan en menos pruebas “históricas”.

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