Ese planteamiento, además de ser un mero exponente de las pretensiones alauitas
Para afianzar su argumentación, el mencionado
autor equiparaba las concesiones que el Partido Comunista de España
(PCE) hubo de hacer al inicio de la Transición de España a la
democracia, a las que —en su opinión— debería hacer ahora el Frente
Polisario, abandonando así su derecho a la autodeterminación y a la
independencia (por ‘utópica ', según el Sr. BLG ). En opinión de dicho
articulista, si el Pueblo Saharaui y, en definitiva, la RASD, se
doblegasen a aceptar esas concesiones, ello permitiría a los saharauis
acabar con la diáspora, el exilio, el sufrimiento y vivir con dignidad.
En caso contrario, concluía BLG a modo de sutil amenaza velada , el
Pueblo Saharaui se vería obligado a continuar en el exilio, un largo y
penoso exilio que dura ya más de cuatro décadas .
Ese
planteamiento, además de ser un mero exponente de las pretensiones
alauitas , eludía cuestiones fundamentales y contenía presuntos
argumentos que no se ajustan a la realidad , desvirtuándola totalmente,
como se expone a continuación.
1. Es una falacia comparar la
situación de España y del PCE, al inicio de la Transición española a la
democracia, con la del Frente Polisario y la de un Marruecos invasor que
ha pretendido anexionarse de facto un territorio sobre el que no
ostenta ningún título de soberanía. Entre otras diferencias relevantes
(un Frente de Liberación Nacional es bastante más que un partido
político y tiene unos fines mucho más amplios), el PCE pertenecía a una
misma y única nación, mientras que Marruecos invadió y ocupó, ilegal e
ilegítimamente, un territorio ajeno. Son dos situaciones que nada tienen
que ver y cuya comparación, por tanto, no se sostiene.
2. La
credibilidad de los gobernantes marroquíes en el contencioso del Sáhara
Occidental es nula. El Ejército marroquí ametralló y bombardeó a los
saharauis con napalm, fósforo blanco y bombas de fragmentación (lanzadas
desde cazas franceses y Phantom F-5 estadounidenses), obligando a la
mayor parte de la población superviviente del genocidio —todavía hoy
impune— al éxodo y al refugio forzoso en las zonas más inhóspitas del
desierto argelino. En la todavía entonces provincia española , Marruecos
impuso una segunda colonización —¡en el último tercio del siglo XX,
cuando ya todo el resto de África había logrado su descolonización!—,
abortando con ello el proceso descolonizador español, requerido por la
ONU desde la década de 1960. Desde un principio, los dirigentes
marroquíes han desafiado la legalidad internacional y han obstruido de
manera torticera y sistemática la solución internacionalmente reconocida
para estos procesos ( el referéndum de autodeterminación ). Y después
de una guerra de 16 años contra el Pueblo Saharaui y de haber
desbaratado todos los planes propuestos por Naciones Unidas, el Majzén
marroquí hace ahora la oferta unilateral, al Frente Polisario
—representante legítimo del Pueblo Saharaui— de negociar una autonomía
limitada sobre la base, innegociable, de la marroquinidad del territorio
saharaui, sin cabida, por supuesto, para la autodeterminación ni, en su
caso, la independencia. Para quienes aún tengan alguna duda, y como
prueba fehaciente del sistemático comportamiento del invasor y ocupante
marroquí, conviene recordar también aquí el brutal desmantelamiento en
2010, por las fuerzas de ocupación marroquíes, del pacífico campamento
saharaui de Gdeim Izik , cerca de El Aaiún ocupada, y las condenas a
cadena perpetua subsiguientes tras un juicio farsa a los presos
políticos saharauis.
3. Después de tanto tiempo (43 años) de
ocupación y exilio, de tantos compromisos incumplidos, de tantas
zancadillas al proceso descolonizador, Marruecos sigue apostando por su
política de hechos consumados : una vez ya invadido y ocupado
militarmente el Sáhara Occidental, y masacrada y desterrada parte de su
población autóctona, lo que se negociaría entre las Partes sería, como
máximo, algunas condiciones de la pretendida autonomía y del proceso
correspondiente; el Pueblo Saharaui tendría que aceptar y padecer, de
entrada, la sumisión y la anexión a Marruecos , su enemigo, con régimen
político semifeudal, corrupto y deplorable. ¿Es esto lo que el
articulista de EL PAÍS (BLG) llama ‘defender la dignidad' ? ¿No está
establecido en la Carta y en las múltiples resoluciones de las Naciones
Unidas que la solución a los problemas de descolonización es el
referéndum de autodeterminación con todas las opciones abiertas?
4.
¿Qué haríamos los españoles en un supuesto similar, es decir, si
‘ellos' (los saharauis) fuesen los españoles —nacionalidad que tenían,
de hecho, en el momento de la invasión marroquí— y ‘nosotros' (los
españoles) fuéramos los saharauis y estuviéramos en su situación? ¿Qué
hicimos cuando nos invadieron las tropas napoleónicas, el ejército más
poderoso de Europa ? ¿Renunciamos acaso a nuestra independencia?
¿Dejamos pisotear nuestra dignidad? No; el pueblo español se levantó,
combatió — como ha hecho también el Pueblo Saharaui — y expulsó al
invasor, con las horribles consecuencias inmortalizadas por el genial
pintor Francisco de Goya en Los fusilamientos del tres de mayo (de
1808). Hoy, algunos de aquellos miles y miles de patriotas que se
sublevaron contra el invasor son honrados como héroes en el cementerio
de La Florida, en Madrid.
La RASD y el referéndum
5.
Precisamente porque Marruecos negó a los saharauis —primero, con la
invasión y la ocupación y, después, con la trasgresión sistemática de la
legalidad internacional— la realización de lo que ahora el Sr. BLG y
otros corifeos del Majzén pretenden calificar de utopía , el Pueblo
Saharaui no tuvo otra salida —para defender su dignidad y su
supervivencia como tal pueblo— que proclamarse República Árabe Saharaui
Democrática (RASD) en el exilio, habiendo sido reconocida por más de
ochenta países y por la OUA (actual UA, Unión Africana), de la que es
Miembro fundador de pleno derecho. Y, desde la declaración de cese el
fuego en 1991 , auspiciado por la ONU y la OUA, la RASD ha optado por la
vía pacífica para proporcionar a su pueblo un futuro legítimo y digno,
que pasa necesariamente por el inalienable derecho a la
autodeterminación.
6. Ahora bien, el referéndum de
autodeterminación era la contrapartida acordada por las partes a cambio
del cese el fuego en 1991. Si Marruecos no cumple sus compromisos y la
comunidad internacional no presiona firmemente a los dirigentes
marroquíes para lograr su cumplimiento efectivo , ¿debemos esperar que
el Frente Polisario y el Pueblo Saharaui vayan a quedarse eternamente
cruzados de brazos, sentados sobre la arena del desierto, contemplando
impasibles cómo pasan delante de sus ojos las cenizas de su República y
los cadáveres de generaciones y generaciones de saharauis? Además, como
señala el profesor estadounidense Stephen Zunes , si no se reparara la
enorme injusticia perpetrada contra el Pueblo Saharaui, ello podría no
solo dejar muy maltrecha la máxima institución internacional para la
preservación de la Paz, sino también sembrar el odio en la población
ultrajada y ser fuente de inestabilidad futura en el Magreb, si es que
no, además, en otras partes del Mundo.
EL AUTOR ES DOCTOR EN CIENCIAS ECONÓMICAS, EXPROFESOR DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID (ESPAÑA).