Una oportunidad desde el Sahara
La única familia saharaui de Pontevedra, ambos nacidos en los campamentos de refugiados, son unos enamorados de la ciudad
ana lópez
pontevedra
La familia compuesta por Mahjoub Regayeg,
Abouha Mohamed y Naska Charo es la única saharaui del municipio de
Pontevedra. Fue él quien vino primero a la ciudad y después pudo traerla
a ella. La pequeña nació aquí. Su oportunidad surgió gracias a una
familia pontevedresa que participó en el programa de acogida de niños
saharauis.
Es muy difícil encontrar vecinos de Pontevedra
procedentes del Sahara Occidental. La familia compuesta por Mahjoub
Regayeg (ella), Abouha Mohamed y la pequeña Naska Charo, de dos años y
medio, es la única que vive en el municipio. "Nosotros solo conocemos,
además, a otro chico más que vive aquí. Somos muy poquitos", confiesa
ella.
Su oportunidad llegó
gracias a una familia pontevedresa que participó en el programa de
acogimiento de niños y jóvenes saharauis en la época estival. Con ellos
se vino Abouha Mohamed hace más de una década. Previamente habían
acogido a sus sobrinas y después de vino él.
Los
dos nacieron en los campamentos de refugiados construidos en medio del
desierto del Sahara Occidental, víctimas, al igual que varias
generaciones, de un sonrojante conflicto que comenzó con la lucha contra
la colonización española a mediados de los años 70 y que a día de hoy
no tiene visos de solucionarse. Los refugiados no podrían sobrevivir si
no fuese con la ayuda humanitaria internacional.
"Al
venirse él a Pontevedra, después de estar estudiando en Cuba y llevar
14 años sin ver a su familia, se nos dio una oportunidad importante. A
mí me trajo por reagrupación familiar. Él lleva aquí 11 años y yo 7",
explica ella.
Él es economista
y ella profesora de francés, sin embargo, no son capaces de ejercer sus
profesiones aquí. En cualquier caso, se sienten muy agradecidos con el empleo que él mantiene en una conservera de la comarca.
La niña ya nació aquí, pero todavía no cuenta con la nacionalidad española, aunque sus padres ya se han ocupado de tramitarla.
Siguen
manteniendo contacto con sus familias, que permanecen, en su mayoría en
el Sahara. Este año Mahjoub Regayeb trajo a su madre, enferma, para que
viva con ellos. "Nuestra otra familia es la que nos acogió aquí. Es
nuestra familia de Pontevedra. No nos cansamos de agradecer a toda la
gente que ayuda al pueblo saharaui, que viven en campamentos, con niños
que en su vida han visto un juguete", recuerdan.
Además,
se confiesan unos enamorados de la ciudad de Pontevedra. "Es muy
bonita, una ciudad muy tranquila y segura para vivir. Lo malo es que no
hay mucho trabajo", reconocen.
Al
igual que otros musulmanes, tampoco han vivido malas experiencias por
su origen ni religión. "Lo que notas es que la gente con cierta cultura
diferencia mejor ciertas cuestiones. Por ejemplo, nuestra religión, el
Islam, no acepta la violencia ni el terrorismo. Aquellos que relacionan a
todos los musulmanes con algo así es que no tienen ni idea de qué es el
Corán", afirman.
"Hay muchos
países árabes que están destruidos a día de hoy y no por musulmanes.
Muchas veces es un enfoque que favorece desde Occidente para la venta de
armas, por ejemplo", señalan.
La
cuestión del pañuelo, "hiyab", es algo natural para ella. "Para mí es
como un complemento más. No puedes juzgar a alguien por su imagen. Yo
creo que la imagen es estar limpio e ir bien vestido. Yo llevo pañuelo,
sí, pero a lo mejor tengo mejores principios que otras personas que no
lo llevan. La plena integración es la que respeta todo esto", concluye.